domingo, 8 de junio de 2008

El gusano - Pablo Lorenzo

El gusano

- ¿Otra vez comiendo tierra? Se te van a llenar la panza de gusanos -reprendió el padre al niño que jugaba con su palita.
Su boca estaba amarga y crujiente. Escupió la tierra y se puso a llorar.
- Bueno, bueno, no me llore, es mentira, no le va a pasar nada.
El niño siguió llorando hasta que su madre dejó de acomodar los platos de cartón del picnic y lo levantó. El llanto pasó a sollozo.
- No te puedo dejar un minuto con el chico que lo haces llorar.
Lo que quedó del día el chico estuvo silencioso, con los ojos grandes, viendo pasar el mundo desde la sillita trasera del coche, se durmió con el ceño fruncido y movía su cuerpo entre sueños.
Cuando despertó ya estaba en su cama con forma de coche, se había hecho pis nuevamente, pero eso no le importaba ahora, se levantó vio que papá y mamá estaban dormidos y siguió su camino hasta la cocina, abrió el cajón, sacó un cuchillo y se lo clavó en la panza y lloró a gritos mientras se sacaba un largo gusano casi interminable que había en su panza.